
El futuro de los trenes de alta velocidad es, sin duda, magnético. El principio de la levitación (maglev) permite a los trenes reducir la resistencia flotando sobre un colchón de aire de uno a diez centímetros creado mediante la oposición de campos electromagnéticos en la vía y en el tren. El tren Shanghai Maglev de China se convirtió en el primer maglev comercial en 2003 y aún ostenta el récord de velocidad operativa de un tren comercial: 431 km/h. El empresario tecnológico Elon Musk tiene planes para llevar el maglev al siguiente nivel. Su diseño Hyperloop propulsa los vagones de tren a través de un tubo cerrado a baja presion sobre amortiguacion de aire a velocidades cercanas a los 1.300 km/h